Buenas a todos.
En el post de hoy quiero hablaros de los collares dentro de la D/s. Me he planteado cómo enfocar el tema y finalmente he decidido que lo haré desde mi propio punto de vista.
Para textos dónde se habla de qué es un collar, para que sirve, qué representa, etc. ya tenemos muchos en la red, así que no me interesa mucho hacer algo descriptivo que sería copiar lo que otros han pensado antes, eso sí debo decir que el collar más importante es el que no se ve, el que se lleva dentro y se siente como algo que es real, el que recuerda a la sumisa vaya desnuda o vestida que pertenece a su Amo y solo a él, ese collar es el importante y daría para 10 artículos, pero hoy hablaré del que se lleva a la vista del mundo.
Primero quiero explicaros de que collar os voy a hablar, ya que collares hay muchos, el collar de adiestramiento, el collar de castigo, el de propiedad, los collares virtuales..., en mi caso quiero hablar del collar de propiedad, tanto el real como el virtual, ya que el resto me interesa más bien poco porqué para mí, son solo objetos necesarios para un fin físico pero qué no tienen mayor componente emocional, sólo que si necesito atar a mi sumisa, pues necesitará un collar, pero no le tengo especial cariño al elemento, como tampoco a la correa.
Comencemos con los collares virtuales, esos que los que navegamos por internet vemos en los alias de sumisos y sumisas (bueno y hoy día hasta en Amos, que se está poniendo de moda poner collar a los Amos también como símbolo de exclusividad, permitidme que ni opine por favor) y que se marcan con un “{}” o actualmente con un “_d_ Elrowert”.
Pues bien, esos collares, que son mucho más visibles que los reales, ya que sobre todo se usan en un ambiente dónde todo el mundo sabe que significan, no me parecen mal, es decir, me parece bien que existan y bonito cuando veo a una sumisa o sumiso llevándolo porqué se supone que es el símbolo de una pareja que ha avanzado mucho en su relación d/s y que es una relación dónde ambos son tan felices que han decidido que se muestre a todo el mundo.
Ahora bien, sino es como acabo de decir, no me gustan los collares virtuales, y hoy día están, valga la redundancia, muy desvirtualizados, ya que vemos gente que se pone collares a las primeras de cambio, sumisas que cambian de collar como de perfume, y Amos que regalan su collar a la primera que les da una ciberpaja, y al revés podría decir lo mismo.
En esos casos me disgustan profundamente los collares, por tanto, después de años por la red, en mi caso particular he adoptado la postura de no pedir ni ofrecer collar alguno si se diera el caso (que francamente por mis circunstancias personales no creo que se dé) de tener una sumisa por los terrenos del ciberespacio, ya sea parte de una relación real que también sigue en estos ambientes o solo sea algo virtual (normalmente entendiendo que lo virtual viene por una primera etapa de relación d/s que algún día se plasmará en la realidad).
Sólo aceptaría que una sumisa llevara mi collar si fuera ella la que lo solicitara porqué se siente orgullosa y necesita expresar ese orgullo para que todo el mundo comparta su alegría por la felicidad que experimenta, personalmente, mi cuota de ego y de orgullo no necesita de tales ostentaciones.
Vamos por el collar físico, real. Dichos collares se otorgan o se deberían otorgar en el mismo caso que los virtuales, es decir, cuando la relación se consolida y podemos hablar de una pareja estable d/s.
Primero de todo decir que reconozco que sí me gustan los collares físicos, me gusta ver a mi sumisa con mi collar en su cuello, que si nos cruzamos con alguien de este mundo sepa ver que ella es mía yo soy su dueño, por tanto, sí me gusta regalar y ver puesto un collar físico, otra cosa es la forma de dicho collar.
En esos casos conozco también dos tendencias. La primera es que el Amo es el que escoge el collar y dicho collar corresponde a la personalidad o a los gustos del Amo, sería una marca suya y por tanto con su estilo, es usual que los Amos que piensan así (Amos o Amas está claro), tengan varios collares iguales, ya que siempre les gusta que las sumisas (o sumisos está claro) de su propiedad lleven su distintivo que si lo ven otros participantes de la d/s puedan reconocer.
En mi modesta opinión, no me gustan este tipo de collares, ya que uniformizan demasiado a las sumisas, y como ya habréis leído me gusta considerar especial a una sumisa y pensar algo especial para ellas.
Como acabo de decir, pues, mis gustos, van en la línea de un collar especial y distinto para cada sumisa, también debo decir que los collares más habituales que se ven de cuero etc. etc., no me gustan nada de nada, quizá vaya con mis gustos estéticos, pero creo que un collar ha de ser una joya, algo especial y no un objeto menos elaborado, pero claro, también entiendo que la economía manda y no siempre podemos comprar lo que deseamos, no me toméis la crítica como esnobismo.
En resumen, me gustan los collares que reflejen mi conocimiento de la sumisa, sus gustos, como la veo, su personalidad, si mi sumisa es de ir con vaqueros y camisetas, puede que le pegue el collar de cuero, si es de vestidos de fiesta y de piel clara, entonces le irá bien otra cosa, su personalidad también es importante, hay muchos elementos y muchas combinaciones para hacer y creo que debemos invertir tiempo en escogerlo, al menos así lo hago.
En cuanto a la marca, mis iniciales, siempre creo que han de estar presentes. Pero no siempre del modo usual en forma de letras grandes o de placas que permitan leer mi nombre, a veces me gusta más que lleven grabadas mis iniciales en un detalle del collar, o que la forma del mismo las recoja, pero que armonice con el diseño del mismo y no lo rompa, ya que, como decía si escojo un collar de coral rojo, no tienen sentido dos iniciales grandes, a lo mejor es más delicado grabar las mismas en una de las piezas de coral, por poner un ejemplo.
Bueno y eso es todo por hoy, espero que os hayáis podido hacer una idea de mis gustos, y porqué no, reflexionar un poco acerca de los collares y su significado.
Elrowert
