jueves, 29 de septiembre de 2011

Cuerpo, mente, ¿alma?





Buenos días, después de unos días sin contaros nada, hoy voy a intentar hablar de la relación entre las tres partes que forman a una persona, y como se combinan en una relación D/s.

Siempre se dice que el ideal de una relación D/s es cuando la sumisa entrega a su Amo su cuerpo, en el sentido de cederlo para su uso y disfrute como le venga en gana, su mente, en el sentido que la sumisa racionalmente considera que su Amo es quién domina la relación y asume eso conscientemente y su alma, llamando Alma a los sentimientos (por no ponerme metafísico), ya que la sumisa más allá de lo que piense de un modo analítico sobre su Amo (ahí puede entrar que vea defectos en su Amo), no puede evitar la sensación de pertenencia y el “ansía” por ser de su propiedad.

Como decía eso es el ideal de una relación D/s, las tres cosas unidas, pero puede existir una relación D/s, es decir una relación de dominación sin amalgamar los tres aspectos?, voy a daros mi opinión.

En cuanto al cuerpo, es posible una entrega solo física?, una entrega del cuerpo dejando que la otra persone tome el control del mismo, pero sin sentimientos de sumisión hacia esa persona y con una conciencia mental de que más allá de esa entrega física momentánea no se desea que el “Amo” controle ningún aspecto más de la vida de esa “sumisa”.

Para mi sí es posible que eso exista, no lo valoro en cuanto a si me parece bien o mal, pero creo que puede ser que a una persona le guste el sexo D/s, y desee complacer este deseo sin otro tipo de relación o atadura, evidentemente que cuando se decide entregar el cuerpo hay un proceso mental, pero digo que la mente no interviene en tanto en cuanto la persona define perfectamente el ámbito de esa entrega a solo una sesión, aunque es cierto que podríamos llamarlo juegos Bdsm y no relación D/s, pero hoy no entraré en eso porque en el fondo son cuestiones semánticas.

De todos modos si que creo, que en estos casos hay también una sumisión del alma si entendemos por alma los sentimientos, qué sentimientos hay muchos, y está claro que las ganas y el morbo o deseo de tener una sesión Bdsm, está ahí porque sino no se llevaría a cabo, pero no existe el “ansía” que comentaba antes de entregarse por completo, por eso creo que es una relación solo física.

En lo referente a la sumisión solo mental, me parece imposible, si no existe también la sumisión del alma, o sea sin el ansía o necesidad irracional, sin una explicación concreta, de someterse al Amo.

Y digo que no existe porque por más intentos que hagamos si no hay cuerpo y no hay sentimientos, tenemos un jefe, no un Amo, no?, si obedeces porque lo analizas y cumples las instrucciones pero no sientes en tu interior esas ganas de hacerlo, no existe relación D/s.

Por último, es posible, una relación D/s solo con el Alma? Solo con la sensación de que no puedes evitar ser de tu Amo?, pues no, a la larga si sientes eso, por mucho que quieras controlar tu mente y tu cuerpo, acabarán cediendo ante lo que dictan los sentimientos, ya que si la sensación de sumisión es fuerte, no sirven de nada los argumentos racionales, aunque ese camino puede ser largo y lleno de momentos complejos al intentar refrenar con la mente lo que se siente.

En resumen, ya, que podríamos estar haciendo más combinaciones y no es cuestión de jugar al Tetris, creo que si existe un sentimiento de sumisión, se es sumisa en el alma, al final eso arrastrará con todo, aunque si es verdad que puede haber relaciones que se rompan porque a pesar de tener ese sentimiento, exista un convencimiento racional de que no es buena esa relación para la sumisa (mal Amo, etc.), pero en esos casos es obvio que solo un distanciamiento a todos los niveles del Amo permitirá mitigar lo que se siente y conseguir abandonar la relación, y no sin sufrimiento.

Así pues, para mí la verdadera o deseable relación D/s incluye los tres aspectos que nos conforman, pero, en ocasiones, existen personas que no desean o no tienen la necesidad de que los tres formen parte de sus relaciones, cada uno que haga lo que quiera, pero como siempre, que sea sincero con la otra persona, que lo mismo que hemos hablado de la sumisión es aplicable a la dominación.

Un saludo, y hasta otro día.

Elrowert.

jueves, 15 de septiembre de 2011

"Tu sumiso/a, Tu Tesoro. Tu Amo/-a Tu Reflejo"


Como sumisa me planteo a veces que es un buen Amo, o más bien que diferencia a un Amo a un Amito. Muchos han sido los temas aquí tocados, y agradece la Administración al caballero Elrowert su colaboración en el blog y sus estupendas aportaciones.

La verdad es que muchas veces , hablando con otras sumisas, tienen sus reparos a la hora de mantener una relacion D/s con un Amo, muchas me comentan que se sienten presionadas y que no saben por donde tirar. Pués bien, decir que aquel que ejerce algún tipo de presión  para que rápidamente " te vayas a la cama" con el, ni es Amo ni es na de na.

Algo que debería de primar en este tipo de relaciones es la confianza y la sinceridad, a veces esta última brilla por su ausencia. El hecho de ser claros y establecer las bases de la relación permitirá que no hayan malentendidos por ambas partes. Una de las ventajas que tiene ser Amo, y esto son palabras que me han repetido cientos de veces " es que puedes tener más de una sumisa"... pues si, cierto es, siempre que lo acepten, claro está. No se bien si es ventaja o inconveniente, puesto que ser Amo conlleva una gran responsabilidad por parte del mismo, como siempre me dicen algunos Amos " he de pensar en todo", hombre si , pero dejaros guiar a veces hace mucho.

Está claro que cada relación es un mundo, y uno puede decidir querer una exclusividad y plantear al futuro Amo o sumis@ eso mismo, o bien desear tener más de una sumis@ . En ambas situaciones se ha de ser completamente sincero con la otra persona, engañar u omitir no lleva más que a la desconfianza y que la relación no funcione como debería, y ahi es donde nos encontramos a los "amitos", si esos que tienen más de una sumisa y ni lo saben ...¿cómo entregar a una persona sin conocer? yo no digo que te cuenten cada cosa que ocurre con su otra sumisa, pero si la existencia de la misma, muchos se evitarían dolores de cabeza innecesarios, al fin y al cabo dentro del juego hay un componente que no es juego y puede recabar en sentimientos por parte de uno u otro.

La comunicación es otra de las bases, sin la misma cómo conseguir la entrega de la persona sumisa, como desear a tu Amo/-a, es muy importante conocerse bien y establecer los limites. Mal Amo el que no se preocupa de conocer a su sumisa. Esto no es "yo persona sumisa te doy un Todo, y tu mi Amito querido no das nada.." creo que todos me habéis entendido...un buen Amo/-a está para lo bueno y lo malo, al igual que lo esta la sumisa/-o

No os olvidéis que somos personas que nos gusta un conjunto de prácticas dentro de las cuales la intensidad de las mismas es brutal. Por que si, se vive de manera muy intensa, cada palabra, cada acción, cada mirada...para un sumis@ su Amo es como decirlo un Todo. Esta frase siempre me gustó mucho :

"Tu sumiso/a, Tu Tesoro. Tu Amo/-a Tu Reflejo"

Creo que se debe ser sincero/-a como sumiso/-a y del mismo modo el Amo/-a ha de serlo también, máxime si se desea construir una relación. De alguna forma el no serlo es una falta de respeto no solo hacia tu sumisa, sino hacia ti mismo.

Al menos yo prefiero la sinceridad por mucho que duela algo, que la falta de la misma.

- Sano, Seguro y Consensuado (SSC)
- Sinceridad
-Comunicación
-Confianza
-Respeto
- Sensatez y Coherencia

Y sobretodo pásenlo muy bien , disfruten junto a su sumiso/-a y Amo/-a.. .alguien me dijo una vez " desde el momento que lo pases mal, sufras...desechalo, " y bien cierto es, es responsabilidad de ambos cuidar de la relación, sabiendo cada cual, cual es su lugar y siempre sin faltarse al respeto.

Que ustedes lo disfruten, sean" malos" , felices y disfruten que la vida son dos días.


selene32

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El Castigo





Buenos días, en la reflexión de hoy voy a hablar de uno de los temas más polémicos dentro de la D/s, y ese no es otro que el castigo.

Cuándo se habla de la D/s con gente ajena a este mundo, siempre se suele recalcar y resaltar los aspectos digamos morbosos de la D/s y lo buena que es una relación sin hipocresía y dónde la entrega es absoluta, etc. etc., pero al llegar al castigo siempre se suele hacer una pasada rápida sobre el asunto, con frases como, “bueno solo se castiga si no hay más remedio” o “el castigo es por el bien de la sumisa, para que aprenda de la experiencia y mejore con ella”, y poco más, no es un tema sobre el que profundicemos mucho; podemos estar horas hablando de la entrega o de prácticas D/s pero al castigo solemos dedicarle por tiempo, y creo que es una de las cosas que más polémica y rechazo generan en las personas “vainillas” y en las posibles personas que se sienten atraídas por la sumisión pero que no tienen muy claro si va con ellas o no.

Antes de continuar con mi exposición no quiero dejar de decir que lo que voy a exponer no pretende ser un tratado sobre el castigo ni una exposición exhaustiva sobre el tema, tan solo algunas reflexiones y comentarios, ya que es un tema tan extenso que podríamos hablar sobre él durante horas.

Entrando en materia decir, en primer lugar, que el castigo debe ser entendido como aquella práctica que pune a la persona sumisa por alguna actitud o comportamiento que ha desagradado a su Dominante. Digo esto por qué no toda actitud digamos “agresiva” por parte de un Dominante es un castigo, sino que puede formar parte de un juego Bdsm, de hecho el castigo se manifiesta tanto en actitudes positivas de hacer algo, como negativas de dejar de hacerlo, así pues no siempre un castigo consiste en hacer o decir algo a la persona sumisa, sino también en negarle cosas a la misma, como la compañía de su dominante, etc. etc.

Una vez definido castigo, debo decir que para mi no es algo exclusivo de la D/s, sino que en cualquier pareja vainilla también se da, aunque ninguna de las dos partes le llame castigo sino represalias o como os de la gana, usualmente se le suele llamar “se va a enterar éste o ésta...”. Digo esto para que la gente que no es digamos del mundo de la D/s vea que no sólo en nuestras relaciones existen estas prácticas solo que nosotros las llamamos por su nombre y no tenemos problemas en ello, así que dejemos cierta hipocresía en escandalizarnos con la existencia de los castigos ya que existen en todo tipo de relaciones (o el no me quiero acostar contigo esta noche por qué me has puesto de mala leche no es un castigo).

En cuánto al fin del castigo se suele decir que es doble, por un lado para que la persona sumisa aprenda algo en el proceso, y por otro punitivo por alguna cosa que ha sentado mal al dominante.

En mi opinión la primera de las significaciones del castigo es poco acertada, ya que asumir que una persona sumisa adulta necesita aprender algo a base de castigarla es atacar a su inteligencia, no creo en el castigo como método de aprendizaje, más allá de la función de cesación de conducta del castigo. Está claro que si se castiga a alguien por una conducta es con el fin de que no la repita, pero eso en realidad no creo que la enseñe a nada, solo le hace temer las consecuencias de dicha conducta, en realidad, la imposición de un castigo con este fin, solo demuestra un fracaso del dominante en cuanto a su capacidad para guiar o enseñar algo a la persona sumisa, ya que si la habilidad del dominante fuera mayor, no necesitaría del castigo para que la persona sumisa aprendiera esa lección.

            A veces se dice que el castigo sirve para enseñar valores como la paciencia a la persona sumisa, o para hacerla reflexionar sobre alguna cosa o aprender de sus acciones y ver lo incorrecto de ellas, pues bien, creo que todo eso se puede hacer por otros métodos, la verdad.

            La segunda de las significaciones del castigo es para mi la más correcta, castigamos para punir una conducta, no para enseñar nada sino para “desquitarnos” con la persona sumisa con algo que ha hecho que no nos ha gustado o nos ha hecho sentir mal, en realidad, no hay tanta diferencia con lo que sucede en una pareja vainilla, solo que en la D/s lo expresamos abiertamente y desde una posición clara de dominio de la pareja, además, seguramente, el refinamiento y la variedad de los castigos es mayor que dentro de una pareja vainilla, aunque estoy seguro que en eso podríamos encontrar muchas excepciones, no hay que minusvalorar la capacidad de un vainilla para castigar a su pareja.

En cuanto a esta forma de castigo si creo que debemos establecer una diferencia con las relaciones vainilla, y es que los Dominantes deberíamos ser capaces de ser más objetivos en la necesidad de castigar y en los motivos por los que lo hacemos.

Por ello creo que los Dominantes no deben castigar nunca en caliente cuando ha ocurrido el hecho que motiva el castigo, sino que debemos reflexionar sobre lo sucedido y con frialdad analizar si es necesario el castigo y si nuestra conducta fue la correcta, que a veces somos nosotros los que hemos provocado la reacción inadecuada de la persona sumisa con nuestro comportamiento y en ese caso no creo que se merezca castigo alguno, ya que nosotros provocamos, aunque eso sí, debería hablarse el tema, ya que un error nuestro no debe ser seguido por un error de nuestros sumisos, y advertir de esa situación para futuras ocasiones.

Además no debemos olvidad el efecto psicológico que conlleva el castigo a la persona sumisa, ya que al ser una muestra de desagrado, mina la autoconfianza de la persona sumisa, ya que es una muestre de “que ha fallado”, por tanto una secuencia prolongada de castigos puede ser muy perjudicial para la persona sumisa, mucho más allá del castigo en sí, así pues, reflexionad muy bien acerca de cuándo aplicar un castigo, de cómo hacerlo, y de hacer entender a la persona sumisa, que sigue siendo valiosa para nosotros y la seguimos estimando igual, más allá del castigo.

En resumen, un castigo no es más que una forma de punir una conducta de la persona sumisa que no vemos adecuada y en mi opinión debe ser antecedida por una explicación clara del porqué del castigo, de una advertencia previa de que dicha conducta llevará al castigo, y de una reflexión sobre si la conducta merece o no castigo, de otro modo nos comportamos igual de irreflexivamente que cualquier pareja vainilla, y se supone que nos jactamos de ser mucho mejores que eso.


Deseándoos que no os castiguen ni tengáis que castigar, hasta la semana que viene...

Elrowert.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Dar cera, pulir cera





Buenos días otra vez, para que no digáis que siempre os estoy aburriendo con problemas o situaciones complejas dentro del mundo Bdsm, en este texto os voy a hablar del juego con cera.

Algunos me diréis que el juego con cera no es algo muy muy intenso dentro del Bdsm, otros diréis que es algo tan “típico” que no es necesario hablar de ello en un blog de d/s, ya que es algo tan usual que no aporta nada, pero creo qué, aunque sea algo habitual nunca está de más volver sobre los clásicos ¿no?, ya que son cosas que nunca dejan de ser interesantes y además sirven tanto a gente “novata” en el Bdsm como a veteranos que a veces olvidan que lo más sencillo a veces es lo más estimulante.

En primer lugar hay que saber que cera utilizar, en eso hay variedad de gustos según el umbral de dolor y el tipo de sesión que queramos practicar. En mi opinión el uso de cera no es para producir un dolor demasiado extremo, entre otras cosas porque no soy amante de ese tipo de prácticas, por tanto os recomendaría en cualquier caso las velas de parafina (las blancas de toda la vida), sobre las de otros materiales o las coloreadas que queman más al arder a mayor temperatura.

Algunos me diréis que las blancas son muy feas para una sesión, muy sosas. En ese caso en los sex shops venden velas especialmente pensadas para este tipo de prácticas que seguro que encontraréis más de vuestro agrado, pero no compréis las velas de colores de un todo a 100 pensando que son todas iguales, eso no es así.

En mi caso concreto, uso las blancas de parafina, como os decía porque son las más sencillas de comprar y de reponer, además se derriten a baja temperatura y enfrían muy rápido, así que son ideales. Si queréis algo más de color siempre podéis decorar la zona dónde vayáis a utilizar la cera con velas de otros colores para digamos, dar ambientación a la sala.

Una vez tenemos decidido qué material vamos a utilizar hay que saber como usarlo, para ello hay dos factores a tener en cuenta, por un lado en que zonas del cuerpo vamos a utilizar la cera (ya que evidentemente hay zonas más sensibles al calor que otras), y por otro desde que altura dejamos caer la cera sobre el cuerpo de la persona que la va a recibir.

En cuanto a lo primero, deciros que creo que es conveniente que el Dominante conozca bien lo que hace, así que primero os recomendaría que os aplicarais la cera vosotros mismos en algunas zonas del cuerpo, los brazos, el pecho o  la cara interior de los muslos. Tenéis que saber lo que va a doler para saber exactamente qué estáis haciendo, además de conocer obviamente los umbrales de dolor de la persona sumisa, otra recomendación es tener cuidado con las zonas con vello, que si bien al echar la cera pueden ser zonas dónde la sensación de calor sea menor, después la cera se seca y al quitarla duele, el efecto tirita para que me entendáis, a lo mejor ya es algo que buscáis, pero si no es así tenedlo en cuenta y no uséis esas zonas con vello o retirad rápido la cera de allí antes de que solidifique.

En cuánto a la distancia a la que verter la cera sobre el cuerpo de la persona objetivo, os recomendaría empezar a una distancia grande, ya que cuánto más lejos del cuerpo, más tiempo da a la cera para que se enfríe, entonces según como reacciona la persona que es objeto de la práctica podéis ir acercando, creo que las propias reacciones de la persona sumisa os dirán cuándo debéis parar de bajar y habéis encontrado la distancia justa, tened en cuenta también que cera sobre cera quema más, así que no hay que verter mucha en el mismo sitio.

Sí puede pasar que, tirando de muy arriba, perdáis “puntería” por decirlo de algún modo, así que una vez más os recomendaría que antes de usar esta técnica en una persona, hagáis prácticas de tiro poniendo algunos objetos o papeles en el suelo e intentando acertar con la cera en ellos, además de aprender a regular la cantidad de cera que vertéis que también incidirá en la sensación térmica, os podrá parecer una tontería pero cierta práctica da mucha seguridad, y no olvidéis que estamos jugando con fuego, así que por favor practicad antes.

 Una última cosa a tener en cuenta, tenéis que controlar que no caigan trozos de mecha sueltos que esos queman mucho más y si no es esa vuestra intención podéis provocar quemaduras no deseadas.

Por último algunas recomendaciones finales, en primer lugar tened a mano siempre una pomada o crema para las quemaduras, por si acaso, por otro lado tened también algo con lo que quitar la cera rápido, que con la mano si hay prisa por retirarla no es lo ideal, os recomendaría unas toallitas de esas húmedas o cualquier cosa que os permita coger una buena cantidad de golpe.

Además de eso tened un cubo o cazo con agua cerca, no sabéis si podéis quemar algo que no desearais quemar, la colcha de la abuela por ejemplo, así que pensad muy bien que la base sobre la que esté la persona sumisa sea algo que no os importe si se quema un poquito.

Añadir que, en mi opinión, es recomendable que la persona sumisa esté atada por dos motivos, uno el puramente sexual, el otro que no sabemos cómo reaccionará ante el dolor de la cera y cómo le de un espasmo y nos de en la mano que tenemos la cera..., pues eso que cuidadín, que como decía antes jugamos con fuego aunque sea pequeño.

Otro juego interesante es dejar que sea la persona sumisa la que de por terminada la sesión según su fuerza al soplar. Cuándo ya llevéis un rato jugando, colocáis la vela más o menos lejos de su boca, y que la apague con un soplido; Podéis darle oportunidades y si no lo consigue pues seguís jugando, una vez más antes os aconsejo práctica para que sepáis la distancia más o menos  a la que se puede apagar la vela soplando, así mantenéis el control, pero la otra persona no lo sabe...

Para acabar comentar que a algunos les gusta utilizar la cera estando los ojos de  la persona sumisa vendados. En mi opinión eso puede tener su interés al principio de la sesión, cuándo no sabe que vamos a hacer, posteriormente, creo que es mejor que vea lo que está pasando, primero porque podemos jugar con el hecho de vierto o no vierto en según que zonas, supongo que me entendéis, y por otro porque según en que zonas vertamos el hecho de ver que caerá la cera allí hace que la persona sumisa pueda “prepararse” con lo que el dolor será más controlado y las zonas del cuerpo dónde podremos jugar se amplían.







Saludos y ya sabéis, como Daniel San, dar cera, pulir cera.




Elrowert.